Colisión de pandemias: la crisis del VIH/sida y SARS–COV2 en Chile

Aún sin vacuna, solo tratamientos paliativos. La principal herramienta que tenemos para enfrentar el contagio por coronavirus es nuestro sistema inmune, y la respuesta que pueda brindar dependerá de la preparación previa al contagio. Diversas instituciones han recomendado una serie de medidas para mantener fortalecido nuestro sistema inmunológico: alimentación saludable, realizar ejercicio físico, descansar lo suficiente, higiene personal, y evitar el consumo de alcohol y cigarrillos. Pero, ¿qué situación enfrentamos quienes vivimos con VIH?

Entre la Fundación Chile Positivo y el Círculo de Estudiantes Viviendo con VIH hemos trabajado estos últimos meses para garantizar el acceso a medicamentos de las personas que se vieron afectadas por las movilizaciones del 18 de octubre y ahora por la pandemia a través de un catastro, y a pesar de que históricamente las organizaciones sociales tenemos una limitada articulación con los organismos de salud, al revisar los casos que hemos resuelto, identificamos que algunos problemas corresponden al sistema de salud en sí, por lo que decidimos investigarlos.

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Desde febrero, en Mercado Público algunos hospitales han solicitado medicamentos y preservativos, dado que la Central de Abastecimiento del Sistema de Salud (CENABAST) habría indicado el no despacho de estos insumos, y a partir del catastro supimos que el Hospital San José no tenía stock de un retroviral, el H. Sótero del Río no tiene stock de tres de ellos, y el H. Padre Hurtado no tendría sino a partir de junio. En 2018, el Minsal informaba a Onusida que cerca del 14% de los hospitales se quedan sin uno o más medicamentos durante un periodo definido. Con la actual pandemia y el cierre de fronteras de países productores de retrovirales, este porcentaje podría incrementarse. El mismo informe indica que 16.504 personas no estaban en tratamiento antirretroviral, y 5.413 no lograron suprimir su carga viral.

Actualmente, algunos Cesfam no estarían aplicando test de VIH, lo que podría ser crítico, pues estadísticamente cerca de 7.000 personas deberían estar siendo diagnosticadas con VIH; de ellas, casi 1.200 en etapa sida, y unas 600 con inmunidad débil. Estas semanas recibimos casos de personas en estado de desnutrición, quienes no han recibido ningún tipo de ayuda para acceder a una canasta de alimentos, útiles de aseo e higiene personal, otras han perdido sus empleos y en las próximas semanas no tendrán dinero. La situación se puede volver más crítica con el tiempo, y la sensación de peligro no desaparece.

Mientras seguimos esperando la cura, o al menos una respuesta integral al VIH, en Chile, cada 19 de mayo, las organizaciones que trabajamos en VIH recordamos a las personas que fallecieron por causas asociadas al sida. En 2018 fueron 565, y no queremos lamentar que este año el número aumente porque no se diagnosticaron a tiempo, no accedieron a su tratamiento, no tuvieron suficientes alimentos o higiene para lograr una adecuada adherencia, o que el coronavirus les causó la muerte.

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