Monitores universitarios apuntan a la prevención del VIH.

Diez estudiantes de la Universidad de O’Higgins fueron capacitados este año, para desarrollar intervenciones tendientes a prevenir esta enfermedad de transmisión sexual.

Promover una sexualidad responsable e incorporar estrategias de autocuidado para la prevención del VIH/SIDA, para lograr educar e impactar en la salud sexual de los jóvenes, es el principal objetivo que persigue el Plan de Formación de Monitores, desarrollado por el Servicio de Salud O`Higgins, la Seremi de Salud y la UOH.

Este programa permite formar a los monitores y certificarlos, con el propósito que se transformen en líderes sociales para la salud. Estos jóvenes universitarios de la UOH, que cursan 2° y 3° año de carreras del área de la salud, reciben una debida preparación por parte de un equipo docente conformado por profesionales de la Red Asistencial, Seremi de Salud y el Centro de Medicina Reproductiva y Desarrollo Integral del Adolescente de la Universidad de Chile (CEMERA), quedando capacitados para intervenir en la comunidad universitaria.

Así lo ratificó Catherine Leiva, asesora de Atención Primaria del Servicio de Salud O`Higgins «Este año y pese a todas las dificultades que han existido por la pandemia, logramos certificar a 10 jóvenes, quienes recibieron clases remotas de epidemiología, fisiopatología, entre otras materias. Asimismo, se efectuaron diversas intervenciones en las redes sociales, elaborando material y videos, sobre cómo utilizar los condones masculinos y femeninos, por ejemplo, que tuvieron un gran alcance en la comunidad. Caber recordar que este plan busca promover una sexualidad responsable e incorporar estrategias de autocuidado para la prevención del VIH/SIDA», apuntó.

«Creemos que el aprendizaje y la educación de las comunidades juveniles debe nacer desde ellos mismos, generando estrategias que produzcan impacto para este grupo. Recogiendo sus inquietudes y necesidades, por parte de sus propios pares. Este trabajo apunta hacia una educación sexual y a vivir la sexualidad haciendo gestión de riesgo de las patologías que pueden estar asociadas. La idea es que sientan el autocuidado mucho más cercano y se sientan más cómodos para preguntar usando sus propias palabras y lenguaje. Esto lo hace más cercano e inclusivo y tiene un mayor alcance en la comunidad», finalizó la profesional.

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