Se trata de una inyección cada dos meses que podría suplantar la toma diaria de pastillas con igual eficacia
Una inyección cada dos meses es igual de eficaz y más fácil de administrar que la toma diaria de pastillas para el tratamiento como prevención contra el VIH y es una estrategia que redujo la incidencia de esta enfermedad en varias partes del mundo, escribió el investigador estadounidense Raphael Landovitz.
El especialista participó del XVII Simposio Científico de Huésped y brindó una entrevista a la agencia de noticias Télam, en la que se refirió a cuestiones específicas de la profilaxis preexposición, conocida por la sigla PrEP.
“Tratamos una estrategia de prevención que está destinada a cualquier persona en riesgo de infectarse por VIH”, comenzó Landovitz su explicación. Este médico integra la Ronald Reagan UCLA Medical Center y dirige un estudio desarrollado por la Red de Estudios de Prevención del virus del sida de los Institutos de Salud de los Estados Unidos. Allí se probó un nuevo tratamiento basado en una inyección con un fármaco inhibidor llamado cabotegrabir.
El estudio, del que participaron más de 4.570 personas de la Argentina, Brasil, Perú, Tailandia, los Estados Unidos, Vietnam y Sudáfrica, arrojó en mayo pasado resultados preliminares donde se demostró que el cabotegravir era “tan bueno o más” que los tratamientos se utilizan actualmente como PrEP, que consisten en un comprimido con las drogas tenofovir/ emtricitabina.
Landovitz sostuvo que “no es fácil en todas las poblaciones utilizar tratamientos basados en la administración oral; en ese contexto, el beneficio del cabotegravir es que requiere de la toma de un comprimido diario sino que con una inyección cada dos meses se puede obtener alta protección”.
Profilaxis preexposición
Omar Sued, director de Investigaciones Clínicas de la Fundación Huésped, describió que en el país “el tratamiento preexposición no está contemplado en el Programa Médicos Obligatorios (PMO) por lo que no es cubierto por las obras sociales ni prepagas a excepción de quienes lograron coberturas a través de recursos de amparo”.
“Esto -continuó- hace que si bien está autorizado por ANMAT y cualquiera lo puede comprar en la farmacia con orden médica, el acceso sea muy difícil porque tiene un costo muy elevado”. Y concluyó que “sería importante que se lograra una cobertura porque en la Argentina tenemos entre 5.000 y 6.000 personas que se infectan cada año con VIH y muchas de esas infecciones se podrían prevenir con estos tratamientos”.